¿Celulares en las escuelas? ¿Sí o no?
Por Érika Ramírez
Sin duda, uno de los temas de mayor controversia en la sociedad actual es si permitir o no el uso de los teléfonos celulares en las escuelas.
Iniciaré con las ventajas.
Una de éstas es que permitiría mayor tranquilidad a las mamás durante la jornada escolar de sus hijos, ya que ante alguna situación extraordinaria, podrían comunicarse más fácil y rápidamente con sus hijos.
Otra ventaja es que los estudiantes podrían utilizar los celulares como una herramienta de trabajo muy útil, sobre todo en las escuelas donde no cuentan con dispositivos tecnológicos (por ejemplo: tablets), con los que puedan suplirlos.
Como última ventaja, podría mencionar que el uso de celular en las escuelas, les permitiría a los alumnos estar más inmersos en el mundo de la tecnología durante más tiempo.
En cuanto a las desventajas.
Me parece que la principal es que los estudiantes tendrían un distractor constante, que indudablemente, repercutiría en su aprovechamiento escolar. En este punto, seguramente habrá quienes piensen que se podría restringir su uso y limitarlo a la hora de los recesos, lo cual suena bien, pero siendo realistas: no todos los alumnos respetarían las restricciones y buscarían usarlo a escondidas, donde ninguna autoridad de la escuela pueda darse cuenta (por ejemplo: el baño).
Otra desventaja es que los alumnos estarían más tiempo expuestos al peligro de ser víctimas de bromas, amenazas, humillaciones, intimidaciones, etc., principalmente por medio de videos o fotografías que puedan tomar en la misma escuela. Claro que lamentablemente esto también puede suceder fuera de la escuela, pero me parece que la incidencia sería menor, al tener menos tiempo para hacerlo.
Como última desventaja, me gustaría mencionar que también se pone en mayor riesgo a los aparatos celulares, pues puede ocurrirles algún tipo de accidente (por ejemplo: que se raye, se moje o se rompa), incluso que llegue a extraviarse, lo cual podría generar otros problemas mayores para los docentes y directivos de la misma escuela.
En conclusión, puedo decir que estaría a favor del uso de los celulares en las escuelas si el 100 por ciento de sus alumnos fuera responsable todo el tiempo y ante cualquier circunstancia, lo cual por mi experiencia de casi 20 años trabajando con adolescentes y jóvenes, veo prácticamente imposible.
Con ello no quiero decir que no haya alumnos responsables. Por supuesto los hay, pero no todos lo son.
Y tú, ¿sí les permites a tus hijos que lleven el teléfono a la escuela? ¿Qué reglas tiene su escuela al respecto? ¿Qué tan estrictos son? ¡Cuéntame! Me dará mucho gusto conocer los diferentes puntos de vista sobre este tema.