La salud también es parte de nuestra herencia: cómo cuidarnos honra nuestras raíces
Por: Ana Cruz Hollingsworth
Sabemos cómo va la historia.
Tu abuelita tenía una tos que no se le quitaba... pero decía que con "un tecito de canela" se le pasaba. Tu mamá aguantó ese dolor en la espalda por años, pero solo iba al doctor si la llevaban casi cargando. ¿Te suena familiar?
En muchas familias latinas, la salud personal ha sido la última prioridad, sobre todo cuando se trata de las mujeres. Pero hoy venimos a decirte algo con amor y un poquito de rollo: eso no tiene por qué seguir así.
Cultura del cuidado... ¿pero dónde quedas tú?
Crecimos viendo a nuestras madres y abuelas darlo todo por los demás — por los hijos, el esposo, los padres, la vecina, ¡hasta por la comadre que ni llamaba! Pero cuando se trataba de ellas mismas, de su salud, siempre había una excusa: “No tengo tiempo,” “Me espero a que se me pase,” o la clásica: “¿Para qué voy al médico si ya sé que me va a regañar?”
Y ojo, no es que no nos importe nuestra salud... es que nos enseñaron a aguantar.
Pero adivina qué: aguantar ya no es sinónimo de ser fuerte.
Cuidarte no es egoísmo — es evolución 💪🏽
Romper con ese patrón no es traicionar a nuestras raíces.
Es honrarlas.
Porque cuando tú decides hacerte un chequeo, descansar, o ir a terapia, estás diciéndole a tu cuerpo, a tu mente, y a tus futuras generaciones:
“Yo también merezco cuidado.”
¿Tienes hijos?
Pues ellos están aprendiendo cómo tratarse a sí mismos... mirándote a ti.
Y si tú te cuidas, ellos sabrán que su salud también importa.
Honrar tu herencia es cuidar lo que eres: cuerpo, mente y corazón ❤️🧠
Ser latina es una bendición... ¡pero no podemos seguir cargando con creencias que nos enferman!
Hablar de salud no es solo hacerse exámenes físicos (que sí, ¡hazlos!), también es hablar de salud mental:
Ansiedad, estrés, burnout, depresión, incluso prevención del suicidio — temas que muchas veces evitamos en la comunidad por miedo, vergüenza o falta de información.
Este 29 de septiembre es el Día Mundial del Corazón.
Aprovecha para preguntarte: ¿cómo está el tuyo? No solo el órgano, sino el emocional, el que carga, el que siente, el que a veces llora en silencio.
Dar el primer paso no tiene que ser difícil
Y sí, sabemos que a veces da miedo ir al médico, o simplemente no sabes por dónde empezar.
En mi caso, dar ese paso fue mucho más fácil cuando encontré una clínica donde me hablan en español, me entienden como latina, y me explican todo sin juzgarme.
En Clínica Familiar La Virgen de Guadalupe, me sentí como en casa desde el primer día. Y eso, créeme, hace toda la diferencia.
Recuerda esto:
Cuidarte no es romper con tu cultura. Es sanar lo que nuestras abuelas no pudieron.
Es agradecerles todo su amor, y al mismo tiempo, cambiar el rumbo para quienes vienen detrás.
Porque la salud también es parte de nuestra herencia.
Y tú mereces vivirla, no solo sobrevivirla.
Aquí te dejo la info de Clinica Familiar La Virgen de Guadalupe para que hagas tu cita hoy mismo. Tienen varias locaciones en todo Dallas/Fort Worth.
Website: https://clinicavirgenguadalupe.com
Teléfono: 469-606-0753