No quiero vivir: la historia de una madre y el llamado de auxilio de su hija

Por Ana Cruz

La adolescencia es un período crítico y complejo en el que muchos jóvenes luchan en silencio. En los Estados Unidos, por ejemplo, aproximadamente el 18 % de los adolescentes de 12 a 17 años han experimentado al menos un episodio mayor de depresión en el último año. Statista+2The Annie E. Casey Foundation+2 Además, alrededor del 20 % declararon sentir síntomas de ansiedad durante las dos semanas previas, y el 18 % dijeron tener síntomas de depresión en ese mismo lapso. CDC+1 Este panorama es especialmente alarmante cuando escuchamos historias como la de Tomasa, madre que encontró a su hija de 15 años tirada en el piso del baño diciendo que ya no quería vivir: un claro llamado de auxilio que no puede pasar inadvertido.

COMO IDENTIFICAR RED FLAGS DE DEPRESIÓN EN ADOLESCENTES

Identificar las señales de alerta —o red flags— en nuestros adolescentes puede marcar la diferencia entre una crisis emergente y una intervención temprana. Algunos indicadores comunes incluyen aislamiento social (ya no quiere ver a sus amigos o salir), pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba, cambios bruscos en los hábitos de sueño o alimentación, frases referidas al “ya no quiero vivir” o “no tiene sentido”, y consumo de sustancias como una forma de escape. También es relevante considerar que los adolescentes que han sido víctimas de bullying muestran tasas más elevadas de síntomas de depresión: por ejemplo, un estudio de la Centers for Disease Control and Prevention (CDC) encontró que entre los jóvenes de 12-17 años que habían sufrido acoso, el 28.5% reportó síntomas de depresión en las dos semanas anteriores, frente al 12.1% de aquellos que no habían sido acosados. CDC Cuando escuchamos de un adolescente una confesión tan directa como la de esta hija de 15 años —“ya no quiero vivir”— debemos responder con escucha activa, sin juicio, y buscar ayuda profesional con urgencia.

La verdad es que, aunque los números de jóvenes con depresión son altos, muchos no reciben la ayuda que necesitan. En EE.UU., más de la mitad de los adolescentes que experimentan un episodio mayor de depresión no recibió tratamiento durante el año en que lo padecieron. brightpathbh.com Este dato evidencia un gran vacío en el sistema de salud, pero también en la conciencia familiar y comunitaria. Hoy más que nunca, como padres, educadores o seres queridos, tenemos que estar alertas, informados y dispuestos a actuar. Debe quedar claro que el sufrimiento mental no es una fase que “pasará sola”, sino que puede tener consecuencias graves si no se atiende con sensibilidad y prontitud.

DÓNDE PEDIR AYUDA

Si tú o alguien que conoces está atravesando una crisis, aquí tienes teléfonos de ayuda: en EE.UU., llama o envía un texto al 988 para conectarte con la línea nacional de prevención del suicidio y crisis. 988 Lifeline+1 En México, marca 525 5 10 25 50 o el servicio gratuito 55 5259-8121 para apoyo psicológico inmediato. hdyo.org

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