Los límites: ese “hasta aquí” que muchas veces cuesta decir

¿A quién no le ha pasado que trabaja más de la cuenta porque no sabe decir “no”? ¿O que en una relación sentimental se siente utilizada o silenciada porque nunca se dejó claro lo que se acepta y lo que no? En el episodio más reciente de Let’s Talk ROLLOS, Ana y Fer conversaron con la psicoterapeuta feminista Elena Brieño sobre los vínculos sanos y la importancia de poner límites. Y, como era de esperarse, la charla se volvió profunda, honesta y muy real.

Durante la conversación, Fer compartió que ha batallado con establecer límites en el trabajo, porque por mucho tiempo creyó que decir “no” o mostrarse menos disponible podría cerrar oportunidades. Ana, por su parte, habló de cómo el tema del dinero con su exesposo se convirtió en un conflicto constante, justamente por no tener límites financieros definidos. También recordaron un episodio difícil en la vida de Fer, cuando una discusión con una expareja terminó en cachetadas tras recibir comentarios ofensivos. Hoy, ambas reconocen que esos momentos extremos son consecuencia de no haber marcado límites antes — esos pequeños avisos que, si se ignoran, terminan explotando.

Elena Brieño explicó que los límites no son una barrera fría, sino un acto de autocuidado. Ponerlos no significa ser egoísta ni agresiva, sino reconocer las propias necesidades y comunicarlas con respeto.

¿Por qué los límites no son opcionales?

Más allá de ser un tema emocional, los límites tienen respaldo científico y social. Estudios recientes demuestran que las personas que saben poner límites disfrutan de una mejor salud mental y relaciones más equilibradas:

  • Una encuesta de YouGov reveló que el 57 % de los adultos considera que establecer límites personales en una relación romántica es muy importante, y otro 32 % lo ve como algo importante.

  • De acuerdo con datos de WiFi Talents, las personas con límites claros reportan hasta 60 % más satisfacción con su vida.

  • Investigaciones en centros de salud mental muestran que quienes tienen dificultades para establecer límites tienden a presentar más síntomas de ansiedad y depresión.

  • Además, el 45 % de los adultos admite que le cuesta decir “no” por miedo al conflicto.

Estos datos confirman lo que Elena mencionó en el episodio: cuando no se establecen límites, no solo se afecta la dinámica con los demás, sino también el bienestar emocional y la autoestima.

La conversación entre Ana, Fer y Elena fue una mezcla de risas, reflexiones y aprendizajes. Se habló de cómo reconocer esas áreas donde algo “incomoda” puede ser el primer paso para marcar un límite. También coincidieron en que aprender a decir “no”, sin culpa ni justificación, es una forma poderosa de amor propio.

En pocas palabras, los límites no son muros: son puertas hacia relaciones más sanas y una vida más en paz.

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