Fui la nerd... hasta que me junté con los populares y casi me pierdo
Cuando era adolescente y vivía en Apaseo el Alto, Guanajuato, mi mamá nos repetía una y otra vez la importancia de las buenas amistades. Frases como "Dime con quién andas y te diré quién eres", "Si el río suena, es porque agua lleva", y "Ojos vemos, corazones no sabemos" eran parte de su sabiduría diaria. En aquel entonces, a mis 16 años, esas frases me parecían exageradas. Hoy, a mis 42 años y como madre de un adolescente, entiendo exactamente a qué se refería.
Quiero contarte una anécdota de mi adolescencia que pudo haber cambiado el rumbo de mi vida.