A pesar de los avances en la ciencia y la medicina, el cáncer sigue tocando demasiado cerca

Por Ana Cruz

Hace más de diez años, cuando trabajaba en la radio, conocí a una mujer que transformó mi vida. Su nombre, curiosamente, era Ana, igual que el mío. Nos unió una llamada de radio, pero con el tiempo se convirtió en una gran amiga. Las dos éramos mamás de niños casi de la misma edad, y compartíamos muchas conversaciones de vida, maternidad, y sueños. Lo que comenzó como un simple dolor terminó siendo un diagnóstico devastador: cáncer terminal. Fue como si el mundo se detuviera. En una conversación fría, sin esperanza, los médicos le dijeron que tenía seis meses de vida. Ana luchó con una fuerza que aún me conmueve, y aunque vivió un poco más de lo pronosticado, verla deteriorarse, despedirse y finalmente partir antes de los 30 años, fue una de las experiencias más devastadoras de mi vida. A partir de ahí, mi relación con esta enfermedad maldita se volvió más cercana, más real… y más dolorosa.

Con el tiempo, me involucré activamente con organizaciones enfocadas en la prevención del cáncer, especialmente el de seno. Participé en campañas de concientización y colaboré con Genesis Women’s Shelter en Dallas, donde comencé a entender la magnitud del problema en nuestra comunidad. Las estadísticas son alarmantes: el cáncer de seno es el más común entre las mujeres latinas en Estados Unidos, y la principal causa de muerte por cáncer en este grupo. Según la American Cancer Society, las mujeres latinas tienen una menor tasa de detección temprana y, por lo tanto, mayores probabilidades de enfrentar un diagnóstico avanzado. Esto se debe, en gran parte, a barreras como el idioma, falta de seguro médico, miedo y desinformación. Y eso, sinceramente, me parte el alma.

Luego conocí a Mercedes, una seguidora que con el tiempo se convirtió en amiga. Tuve la dicha de visitar su casa, compartir su vida, y verla ayudar a otras mujeres en la misma situación. Mercedes tenía una alegría contagiosa, una fe firme y un corazón inmenso. Contra todo pronóstico, luchó por años y nos regaló momentos llenos de amor y esperanza. Grabamos juntas un episodio que aún no tengo el valor de volver a escuchar, porque su pérdida me sigue doliendo profundamente. Escúchalo aquí 👇🏼

Y más recientemente, la historia se volvió a repetir, esta vez con dos queridas amigas: Nati y Gaby. Ambas fueron diagnosticadas con cáncer de seno. Afortunadamente, ellas estaban informadas y lograron detectarlo en etapa uno. Aun así, el proceso fue doloroso, física y emocionalmente. Pero hoy están vivas, fuertes, y convirtiendo su experiencia en luz para otras mujeres.

Natalia Duarte ahora trabaja con la National Breast Cancer Foundation, ayudando a concientizar y proveer información en español, además de conectar a mujeres recién diagnosticadas con recursos esenciales para su tratamiento. Hace poco, una seguidora me escribió para contarme su diagnóstico, y sin pensarlo la canalicé con Nati. Gracias a su labor, recibió la ayuda que necesitaba.

Por otro lado, mi admirada Gaby Natale, tras su recuperación, se convirtió en vocera oficial de Susan G. Komen en Español, llevando educación y esperanza a miles de mujeres. Ver cómo ambas transformaron su dolor en propósito me llena de gratitud. Y porque sé que todo empieza con el acceso a la salud, quiero mencionar a mis amigos de Clínica Familiar La Virgen de Guadalupe, quienes ofrecen servicios médicos de calidad, en español, accesibles, sin importar si tienes seguro o no. Ellos entienden nuestras raíces, cultura y necesidades, y están comprometidos con el bienestar de nuestra comunidad hispana.

El cáncer no espera, y la prevención puede salvar vidas. Te invito, con todo mi corazón, a hacer de tus chequeos médicos una rutina anual. No esperes a que el dolor sea insoportable o el miedo paralizante. Visita Clínica Familiar La Virgen de Guadalupe, haz tus estudios, infórmate, comparte esta información con tus seres queridos. Cuidarnos es un acto de amor, y merecemos vivir una vida larga, digna y saludable.

🎗️ Haz tu cita hoy llamando al 214-400-6000, comparte esta historia, y escucha nuestro podcast dedicado a esta causa tan importante. Déjanos en los comentarios tu experiencia o la de alguien que ames. Juntas, podemos salvar vidas. 💗

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