Equilibrio entre mente y alimentación
Quiero contarte un poco sobre cómo nuestro sistema nervioso se relaciona con el sistema digestivo, así que te hablaré de dos tipos de relaciones importantes:
Emociones y Digestión
En el mundo de la nutrición holística, entendemos que nuestras emociones influyen directamente en nuestro sistema digestivo. El estrés, la ansiedad o incluso la felicidad extrema pueden afectar la forma en que nuestro cuerpo procesa los alimentos. En tiempos de celebraciones, es común experimentar una gama de emociones, desde la euforia hasta la nostalgia.
El estrés puede hacer la digestión lenta, mientras que la euforia puede llevarnos a consumir alimentos de manera compulsiva. La tristeza, con frecuencia, se traduce en la búsqueda de consuelo en alimentos reconfortantes.
Estas emociones pueden presentarse en síntomas digestivos, como acidez estomacal, gastritis, dolor de cabeza, indigestión, entre otros. En tiempos de celebraciones, es fundamental reconocer estas dinámicas emocionales para nutrir nuestro cuerpo y nuestra mente.
Practicar la alimentación consciente se convierte en una herramienta valiosa, permitiéndonos saborear cada bocado con atención plena y ajustar nuestras elecciones alimenticias según las necesidades reales de nuestro cuerpo, en lugar de responder impulsivamente a las emociones del momento.
Al reconocer esta conexión entre emociones y digestión, podemos transformar nuestras celebraciones y post celebraciones en experiencias más conscientes y equilibradas, donde el disfrute de la comida se une al cuidado integral de nuestra salud mental y física.
Microbiota y Estado de Ánimo
La relación entre nuestra microbiota intestinal y nuestro estado de ánimo es sorprendente. La alimentación que ingerimos durante tiempos de celebraciones, a menudo implica indulgencias que pueden desequilibrar nuestra flora intestinal, afectando directamente nuestra salud mental.
Es esencial nutrir nuestro cuerpo con alimentos ricos en fibra y probióticos para mantener un equilibrio saludable.
La microbiota, compuesta por billones de microorganismos en nuestro intestino, contribuye a la digestión, y también desempeña un papel crucial en la comunicación con nuestro sistema nervioso, influyendo directamente en nuestro estado de ánimo y bienestar mental.
Durante los tiempos de celebraciones, es común disfrutar de una amplia variedad de alimentos, desde delicias navideñas, rosca de Reyes, tamales del día de la Candelaria, hasta caprichos indulgentes. Ten en cuenta, que estas elecciones alimenticias pueden tener un impacto significativo en la composición de nuestra microbiota.
Consumir alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos enteros, favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas, promoviendo un equilibrio saludable en la microbiota.
Por otro lado, los excesos de azúcares añadidos, harinas refinadas y grasas saturadas, presentes en muchos manjares de Navidad, pueden alterar negativamente la microbiota, desencadenando respuestas pro inflamatorias que, a su vez, pueden afectar nuestro estado de ánimo.
Investigaciones recientes han revelado la existencia de una “axis intestino-cerebro”, donde la salud de la microbiota influye en la producción de neurotransmisores, como la serotonina, conocida por su papel en la regulación del estado de ánimo. La famosa hormona de la felicidad, que activamos cuando hacemos ejercicio, meditamos, practicamos yoga, entre otros.
Si quieres mantener un estado de ánimo equilibrado durante tiempos de celebraciones, considera incorporar también alimentos probióticos, como yogur griego natural, kombucha, kemchi o chucrut, que fomentan el crecimiento de bacterias saludables en el intestino.
Al nutrir conscientemente nuestro intestino, no solo nos damos un regalo a nosotras mismas, sino que también contribuimos a la armonía integral entre cuerpo y mente.
NAVEGANDO POR NUESTRA SALUD
Ahora que sabemos como la microbiota afecta en nuestro estado de ánimo, te daré cinco estrategias prácticas para que lo que comemos durante tiempos de celebraciones, no afecte nuestras emociones.
Recordemos que podemos disfrutar de la comida festiva o tradicional de nuestra cultura sin comprometer nuestro bienestar. La clave está en ser conscientes de nuestras emociones, elecciones alimenticias y cómo afectan nuestro cuerpo y mente. Al hacerlo, elevamos nuestra energía, productividad y creamos un equilibrio armonioso entre mente y alimentación.
¡Feliz y saludable inicio de año! Gracias a Rollos de Mujeres por permitirme esta colaboración. Puedes leer más de mis artículos en http://www.erifitandfood.com
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Con amor y gratitud,