Mi opinión sobre el nuevo Papa como ex-católica

Por Ana Cruz

El día de ayer, el mundo católico vivió un momento histórico: el anuncio del nuevo Papa. Tras el fallecimiento del Papa Francisco, los ojos del mundo se centraron una vez más en el Vaticano, en esa pequeña pero poderosa ciudad-estado desde donde se dirige una de las religiones más influyentes del planeta.

¿Qué es un Papa y cómo se elige?

El Papa es el líder supremo de la Iglesia Católica, considerado el sucesor del apóstol Pedro, a quien Jesús confió el cuidado de su iglesia. Su función principal es guiar espiritualmente a más de mil millones de católicos alrededor del mundo, tomar decisiones doctrinales, fomentar el diálogo interreligioso y ser una figura de esperanza y autoridad moral a nivel global.

Cuando se necesita elegir a un nuevo Papa, los cardenales de todo el mundo se reúnen en un cónclave en la Capilla Sixtina. El proceso es estricto, secreto y profundamente simbólico. A puerta cerrada, los cardenales votan varias veces al día hasta que al menos dos tercios están de acuerdo en un solo nombre. Cuando esto ocurre, se libera humo blanco desde la chimenea del Vaticano, señalando al mundo que hay un nuevo Papa.

¿Quién es el nuevo Papa?

El 8 de mayo de 2025, el cónclave del Vaticano eligió al cardenal Robert Francis Prevost como el 267.º Papa de la Iglesia Católica, tomando el nombre de Papa Leo XIV. Con 69 años y originario de Chicago, Estados Unidos, se convierte en el primer pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia.

Trayectoria y formación

Robert Prevost fue ordenado sacerdote en 1982 por la Orden de San Agustín. Su vocación lo llevó a Perú, donde trabajó como misionero y obispo en Chiclayo durante más de dos décadas. En 2023, fue nombrado Prefecto del Dicasterio para los Obispos por el Papa Francisco. Su formación académica incluye estudios en Villanova University, Catholic Theological Union y la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino.

Compromiso pastoral y valores

El Papa Leo XIV es conocido por su enfoque pastoral, su compromiso con la justicia social y su defensa de los derechos de los trabajadores. Su elección ha sido vista como una continuación del legado progresista del Papa Francisco, enfocándose en la paz, el diálogo y el cuidado de los marginados.

Mi experiencia como católica

Crecí en un hogar católico por tradición, en un pintoresco pueblito de Guanajuato, donde era ley asistir a misa cada domingo al sonido de las campanas. Fui bautizada, hice mi catecismo, formé parte del coro infantil, hice mi primera comunión y confirmación, y siempre soñé con servir en mi iglesia.

También viví una fe intensa, llena de símbolos y sacrificios. Hice peregrinaciones, visité la Iglesia de San Juan de los Lagos y la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México —momentos que fueron sueños espirituales cumplidos. Incluso, en varias ocasiones siendo adolescente, recorrí más de una milla de rodillas en peregrinación desde el templo de San Andrés Apóstol hasta El Sagrado Corazón de Jesús en Apaseo el Alto. Terminaba con las rodillas llenas de ampollas y sangre, pero con el corazón lleno de fe. Me impactaba ver a otros feligreses, incluso personas de la tercera edad, cargando coronas de espinas o montones de nopales espinosos, entregados por completo a su amor por Dios.

Mi opinión como ex-católica

Hoy ya no soy parte activa de la religión católica. Por muchas razones personales —que prometo contarles en otro artículo—, decidí tomar distancia. Pero esa historia no me quita la capacidad de sentir.

Hoy, como ex-católica, siento una profunda paz, alegría y emoción por todos mis hermanos que sí siguen dentro de la Iglesia. Siento su fe, su esperanza, y sus ganas de servir a lo que yo considero lo más importante: Dios, seas de la religión que seas. El nombramiento de un nuevo Papa representa para millones una renovación espiritual, un liderazgo esperado, y la promesa de un camino guiado por la fe.

Y aunque yo ya no practique la religión como antes, sigo valorando profundamente el poder de la espiritualidad, del amor y del compromiso con algo más grande que uno mismo.

¿Tú qué opinas sobre el nuevo Papa? ¿Te ha emocionado esta elección? Me encantaría leerte.

Siguiente
Siguiente

Papanicolaou en mayo: el mejor regalo para tu salud este Día de las Madres