También las mamás sentimos presión por las redes sociales

Sé que no soy la única, dime si tu también agarras tu teléfono cada que tienes oportunidad. Abres tus redes sociales y comienzas a deslizar y deslizar, hasta que te das cuenta que ha pasado más de media hora.

Justo en este momento, mientras estoy escribiendo este artículo en la mesa de mi cocina, son las 10:45 de la noche, y mi esposo se encuentra sentado al lado mío, comiendo un sandwich que sujeta con una mano, y con la otra el celular. Y no lo juzgo en lo absoluto, creo que todo aquel que tenemos acceso a un celular e internet, nos hemos vuelto esclavos de la tecnología.

Según información de DataReportal, los americanos pasan en promedio 7 horas y 4 minutos en aparatos electrónicos incluyendo la televisión, computadoras, tabletas y por supuesto el celular. ¿Se dan cuenta que estamos hablando de un trabajo de tiempo completo? Y esto no es lo más grabe, lo que a mi más me preocupa es el efecto que esto tiene en todas las personas. Y hoy me enfocaré en nosotras las mamás.

Y para poder comprender el tema, tenemos que abrir nuestro corazón y ser sinceras. Si, esta foto de mi portada de este artículo parece perfecta, pero esta foto me la tome un día que estaba maquillada para una asignación especial, y con una cámara profesional. Aún no tenía mi segundo hijo y no había pasado por depresión post parto, solo pose durante 5 minutos y no significa que mi día completo es así de feliz, relajado y que me despierto con pestaña postiza y labial rojo.

¿Pero qué sucede cuando nosotras las mamás abrimos nuestras redes sociales? especialmente Instagram. Vemos fotos de este tipo, o peor aún, al menos para mí, de chicas super fit, mamás que a los 2 meses de haber parido parece que jamás estuvieron embarazadas, con un abdomen plano y una sonrisa inmensa, sin ojeras, como si tuvieran todo bajo control.

Y no quiero decir que eso no es posible, claro que sí, y me alegro mucho por las mamis que tienen esa suerte. Pero para muchas de nosotras la realidad es otra. Y por ello les comparto esta otra foto.

Nuevamente yo, con mis dos hijos. Con enormes ojeras, sin maquillaje y con 30 libras encima. Pero ¿por qué no compartimos estas fotos en las redes sociales también?

Creo que porque tenemos miedo a sentirnos juzgadas, tenemos miedo a no “vernos bien”, nos sentimos mal ya que otras mamis lucen increíbles, y porque estoy segura que muchas de nosotras pasamos depresión post parto y estamos en proceso de sanación.

Y el propósito de este artículo es dejarles saber a todas ustedes mamis que:

  • El proceso de cada mamá es diferente, y no es saludable compararnos con lo que vemos en las redes sociales.

  • La mayor parte de lo que vez en las redes sociales no es verdad.

  • La tecnología y redes sociales pueden ser productivas, si creamos grupos de conversación y ayuda donde se compartan testimonios reales, información y ayuda entre mamis.

Y ese es mi objetivo, a través de mi blog y redes sociales, mostrar las etapas reales que nos toca pasar a la mujeres, compartirles información y abrazarnos y apoyarnos entre nosotras. ¿Te quieres unir a esta comunidad de Rollos de Mujeres? Suscríbete a mi blog, y sígueme en las redes sociales.

Mamis, están haciendo un trabajo increíble. Todo mi amor y vibra bonita para ustedes.

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