10 formas de enseñar a tu hijo a prevenir el abuso sexual

El abuso sexual a los niños puede ocurrir en la familia, a manos de un padre/madre, un padrastro, hermano u otro pariente; o fuera de la casa, por ejemplo, por un amigo, un vecino, la persona que lo cuida, un maestro o un desconocido. Cuando el abuso sexual ha ocurrido, el niño puede desarrollar una variedad de sentimientos, pensamientos y comportamientos angustiantes.

No hay niño preparado sicológicamente para hacerle frente al estímulo sexual repetitivo. Aun los niños de dos o tres años que no pueden saber que la actividad sexual es incorrecta, desarrollarán problemas como resultado de su inhabilidad para hacerle frente a la sobre-estimulación.

El niño de cinco años o más que conoce y aprecia al que lo abusa se siente atrapado entre el afecto y la lealtad que siente hacia esa persona y la sensación de que las actividades sexuales son terriblemente malas. Si el niño trata de romper con las relaciones sexuales, el que lo abusa puede amenazarlo mediante la violencia o negándole su afecto. Cuando los abusos sexuales ocurren en la familia, el niño puede tenerle miedo a la ira, los celos o la vergüenza de otros miembros de la familia, o quizás puede temer que la familia se desintegre si se descubre el secreto.

El niño que es víctima de abuso sexual prolongado, generalmente desarrolla una pérdida de autoestima, tiene la sensación de que no vale nada y adquiere una perspectiva anormal de la sexualidad. El niño puede volverse muy retraído, perder la confianza en todos los adultos y puede llegar a considerar el suicidio.

Algunos niños que han sido abusados sexualmente tienen dificultad para establecer relaciones con otras personas a menos que estas relaciones tengan una base sexual. Algunos niños que han sido abusados sexualmente se convierten en adultos que abusan de otros niños, se dan a la prostitución, o pueden tener otros problemas serios cuando llegan a adultos.

Muchas veces en el niño no hay señales físicas de abuso sexual. Algunas señales sólo pueden ser reconocidas mediante un examen físico por un médico.

Los niños abusados sexualmente pueden desarrollar lo siguiente:

  • interés poco usual en, o el evitar, todo lo de naturaleza sexual 

  • problemas con el dormir o pesadillas 

  • depresión o aislamiento de sus amigos y familia 

  • comportamiento seductor 

  • decir que tienen el cuerpo sucio o dañado, o tener miedo de que haya algo malo en sus genitales 

  • negarse a ir a la escuela 

  • delincuencia/problemas de conducta 

  • secretividad 

  • evidencia de abusos o molestias sexuales en sus dibujos, juegos o fantasías 

  • agresividad poco común 

  • comportamiento suicida 

    Como padres, hay varias cosas que podemos hacer para enseñar a nuestros hijos a identificar señales de situaciones que los ponga en peligro.

    1. Hablarle pronto sobre las partes del cuerpo

    Nombre las partes del cuerpo y hable de ellas lo más pronto posible. Use nombres apropiados para las partes del cuerpo, o al menos enséñele a su hijo cuáles son las palabras reales para sus partes del cuerpo. No puedo describir la cantidad de niñas con las que he trabajado que han llamado a su vagina su “trasero”. Sentirse cómodo usando estas palabras y saber lo que significan puede ayudar a los niños a hablar claramente si algo inapropiado ha sucedido.

    2. Enseñarle que algunas partes del cuerpo son íntimas

    Dígale a su hijo que sus partes íntimas se llaman íntimas porque no son para que todo el mundo las vea. Explique que mamá y papá pueden verlos desnudos, pero las personas fuera de la casa pueden verlos únicamente con la ropa puesta. Explique que el médico puede verlos sin ropa, porque mamá y papá están allí con ellos mientras él revisa su cuerpo.

    3. Enseñarle los límites del cuerpo

    Dígale a su hijo que nadie debe tocar sus partes íntimas y que nadie debe pedirle que toque las partes íntimas de otra persona. Los padres a menudo olvidan la segunda parte de esta frase. El abuso sexual a menudo comienza con el perpetrador pidiéndole al niño que lo toque a él o a alguien más.

    4. Decirle que no está bien guardar secretos sobre su cuerpo

    La mayoría de los perpetradores le dirán al niño que mantenga el abuso en secreto. Esto podría ocurrir de manera amistosa, como: “Me encanta jugar contigo, pero si le dices a alguien más a lo que hemos jugado no me dejarán volver.” O puede ser una amenaza: “Este es nuestro secreto. Si le dices a alguien, le diré que fue idea tuya ¡y te meterás en un gran problema!”. Dígale a su hijo que sin importar lo que le digan, los secretos sobre su cuerpo no están bien y que siempre debe contarle a usted si alguien trata de obligarlo a guardar un secreto sobre su cuerpo.

    5. Decirle que nadie debe tomar fotografías de sus partes íntimas

    Este punto suele ser omitido por los padres. Existe todo un universo enfermo de pedófilos a los que les encanta tomar e intercambiar fotos de niños desnudos en línea. Esto es una epidemia y pone a su hijo en riesgo. Dígale a su hijo que nadie debe tomar fotos de sus partes íntimas.

    6. Enseñarle cómo salir de situaciones aterradoras o incómodas

    A algunos niños les cuesta decir “no” a las personas, especialmente a otros niños mayores o a los adultos. Dígale a su hijo que está bien decirle a un adulto que tiene que irse, si algo que está sucediendo no está bien, y ayúdelo a encontrar las palabras para salir de situaciones incómodas. Dígale a su hijo que si alguien quiere ver o tocar sus partes íntimas, podría decir que necesita ir urgentemente al baño.

    7. Tener una palabra clave que su hijo pueda usar cuando se sienta inseguro o quiera que usted lo recoja

    A medida que los niños crecen un poco más, usted puede acordar con ellos una palabra clave que puedan usar cuando se sientan inseguros. La puede usar en casa cuando hay invitados, o cuando está en una reunión de juego o en una fiesta de pijamas.

    8. Decirle que nunca estará en problemas con usted por contarle un secreto sobre su cuerpo

    Los niños a menudo me cuentan que no dijeron nada porque pensaron que, además de todo, se meterían en problemas con sus padres. Este temor es a menudo usado por el abusador. Dígale a su hijo que independientemente de lo que pase, cuando le cuente algo sobre seguridad o secretos sobre su cuerpo, NUNCA estará en problemas con usted.

    9. Explicarle que el contacto físico podría hacerle cosquillas o sentirse bien

    Muchos padres y libros hablan de “buenas y malas caricias”, pero esto puede ser confuso porque a menudo estos contactos no duelen ni se sienten mal. Prefiero el término “caricias secretas”, ya que es una descripción más precisa de lo que puede suceder.

    10. Decirle que estas reglas aplican también con personas que conoce e incluso con otros niños

    Este es un punto importante del cual hablar con su hijo. Cuando se le pregunta a un niño pequeño cómo es una “mala persona”, lo más probable es que describa a un villano de caricatura. Usted puede decirle algo como: “Mamá y papá pueden tocar tus partes íntimas cuando te limpiamos o si necesitas usar crema, pero nadie más debe tocarte allí. Ni amigos, ni tías o tíos, ni maestros o entrenadores. Aunque te caigan bien o pienses que te están cuidando, no deben tocar tus partes íntimas”.

Con información de:

www.childmind.org

www.aacap.org

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[PODCAST] Mi pasado ya no me atormenta, he logrado superar el abuso sexual