Well ageing: envejecimiento saludable y feliz
Por Claudia Rivera
Este rollo me confronta todos los días que me miro al espejo y ya es inevitable ignorar esta evidente señal de envejecimiento o, viéndolo de un modo muy positive, señal de experiencia acumulada … ¿tú cómo prefieres ver la situación?. Te platico que llevo poco más de medio año con la tentación de teñirme el cabello de un color más oscuro que el mío para taparme “las canas verdes, dije mi hija”, y eso que mi tono es muy oscuro; incluso consulté este tema con mi querida Ale Castillo -mi estilista de años y de toda la confianza- por dos razones: primera, porque únicamente me he pintado el cabello una sola vez y fue cuando tenía 18 años; esa ha sido una de las experiencias más aterradoras que recuerdo de mi juventud porque me acuerdo perfecto de que mi mamá me hizo unos rayitos rubios en mi tono casi negro azabache con un método muy casero que dio como resultado que yo me fuera de espaldas en cuando me miré al espejo y me obligó a utilizar gorra durante toda una semana para ir a la prepa porque yo "¡moría de vergüenza!” y no había otra cosa qué hacer sino esperar ocho largos días para reteñir mi hermosísima cabellera (que, dicho sea de paso, siempre he sido una parte muy esencial de mi personalidad, misma que se vió puesta de cabeza con esta osadía mía de “cambiar de look”); y la segunda razón, porque no tengo ni idea de todo lo que implica el mantener un color artificial en el cabello, me refiero a: inversión económica, tratamientos, retoques, tipos de producto que no sean tan agresivos para la salud, cuánto dura el color, etc…
Estaba en esas cuando, mi inconsciente coqueteó con el algoritmo de Facebook y me topé con un video en el que una mujer de alrededor de 40 y tantos años, muy empoderada, mientras iba manejando su auto y volteaba a ver la cámara de vez en cuando, iba dando un mensaje con el que se revelaba contra la eterna lucha que la sociedad contemporánea tiene desde hace muchos años contra el envejecimiento, resaltando la naturalidad de esta etapa de la vida como parte inevitable del proceso de todo hombre y toda mujer; este reel me dejó -desde entonces- pensando en lo cierto que es que, desde que yo tengo uso de razón, la cultura occidental me ha dicho que es malo tener arrugas en el rostro y que es cero atractiva una melena canosa porque habla de lo viejo que uno está, como si ser viejo fuera lo más “out” que existe y hasta resultara desagradable; y tengo tan clara esa manera de pensar porque, igual desde muy chica, me acostumbré ver a mi adorada madre preparándose su crema casera antienvejecimiento cuya fórmula era la clásica crema Pond’s a la que le ponía -no recuerdo si un pomo completo o solo una parte- el contenido de las cápsulas de vitamina e “pura” que compraba en la farmacia y entre cuyas bondades están: ser un antioxidante súper efectivo porque protege nuestro tejido corporal del daño causado por los tan famosos radicales libres (que son moléculas “mala onda” que surgen durante el metabolismo normal de las células y, como son “mala onda” pues agreden a células, tejidos y órganos, las muy condenadas); mejor dicho, podemos decir que la vitamina e es un un gran escudo para contrarrestar el envejecimiento.
Hábitos que hay que aprender para el well ageing
Y así como la alimentación saludable es un excelente hábito para garantizarnos un envejecimiento feliz y pleno, podemos sumarle otros magníficos hábitos que puedes comenzar hoy mismo; recuerda que un hábito se hace toda vez que has repetido una acción diariamente -sin fallar, meaning pure consistency - durante 21 días, verás que a partir del día 22 tu mente y tu cuerpo te pedirán a gritos repetir esa acción que tanto bien les hace, si no me crees, te reto a integrar a tu plan de vida diario los siguientes hábitos para un envejecimiento de calidad y con dignidad:
Ejercicio para tonificar. ¡Qué hueva ponerme a ejercitar! Lo he intentado muchas veces y no logro perseverar, salgo a correr y siento que me da el “ay”, no me gusta porque es muy caro ir al gym, porque desde que tuve a mis hijos no he vuelto a mover las carnes, porque … porque … es que .. es que. ¡Esa es la Claudia de hace 15 meses! así hablaba yo con relación a intentar tener una rutina de activación física… ¡impensable! hasta que un día, en un grupo de mamás en Facebook una de ellas recomendó a mi ahora tan adorada y admirada coach Heather Robertson … mi mente y mi horizonte se iluminaron; me puse la pilas y empecé a realizar sus ejercicios Metcon que es un acrónimo de los términos en inglés Metabolic Conditioning o, si lo traducimos al español, acondicionamiento metabólico. El objetivo de este tipo de entrenamiento es gastar la máxima energía posible por tiempo, aumentando así la eficiencia del metabolismo. Aquí te dejo el enlace al week workout plan HR12WEEK 3.0 con el que yo empecé DE CERO con mi ahora “coach” virtual para que te des el regalo de ejercitarte aún cuando eres la más sedentaria, principiante, cero fitness como yo cuando empecé mi reto en enero de 2023… ¡créeme, no te vas a arrepentir!
Hidratación. Aproximadamente entre el 50 % y el 70 % del peso corporal de tu cuerpo es agua; es decir, tu cuerpo depende del agua para sobrevivir; cada célula, tejido y órgano del cuerpo requiere agua para funcionar de manera adecuada. El agua es vida. Los expertos afirman que un adulto sano necesita unos 35 ml de agua al día por kilo de peso, así que haz la cuenta para que sepas cuánta agua deberías estar tomando cada día. En mi caso, por ahí de 2 litros y medio.
Protección solar. Yo tenía la falsa creencia de que tenía que ponerme protector solar solo cuando iba de vacaciones, casi casi, cuando había una alberca o una costa de por medio; pero cuando me vine a enterar (hace muy poco, by the way) de que necesito proteger mi piel de la luz de la pantalla de mi laptop me fui de espaldas ¡plock! Lo mismo cuando en un video que publicó Jacky Bracamontes (la exreina mexicana de belleza) en el que contaba su rutina de skin care y decía: “aunque no salgan de casa, aunque estén a la sombra: usen protector solar” y dije: ¿quéeeeeee? Y que me pongo a investigar y resulta que “la Jackie” tiene toda la boca llena de razón. Así que necesito ponerme las pilas con este tema porque, te confieso, se me olvida ponerme el bloqueador solar en las mañana por salir a las carreras “as usual”; dame un consejo para hacerlo parte imperdible de mi día a día, por favor… escríbelo en los comentarios :D
Limpieza facial. Este hábito pa’ que veas, ¡sí está dentro de mis must de todas las noches! así que puedo ponerme “palomita-checked”. Una crema desmaquillante y una loción refrescante son dos productos indispensables en tu mesa de noche o en tu cabina de baño; esta ha sido una gran lección que me ha dado mi mamá: ¡jamás te duermas maquillada! es necesario que le quites a la piel de tu rostro las impurezas del día (incluso si no te maquillaste) y la dejes respirar por las noches, regenerarse y agarrar fuerzas para el día siguiente. Tan claro lo tengo que ha habido noches en que llego tan cansada que no alcanzo a desmaquillarme, pero por la madrugada me levantan la preocupación y la incomodidad del maquillaje y voy derechito al baño, sin prender la luz para no despabilarme demasiado y poder regresar a dormir, y me quito rimel, sombras, rubor … se siente "¡tan bien!”
Alimenta tu amor propio y fortalece tu autoestima
Así que recuerda que los signos del envejecimiento son manifestaciones que tu cuerpo necesita expresar por naturaleza y ¡está bien! Que los cánones sociales de la tradicional belleza no te agobien al extremo de desear verte diferente, tanto que llegues a desconocerte frente al espejo. Lo más valioso que tienes es tu esencia, esa nunca cambia pues es inmodificable. Deseo con todo mi cora que el amor propio sea tu motor todas las mañanas y que tu identidad sea tu gran fortaleza, el “empaque” se va a arrugar … quieras a no y, quizá, luchar constantemente no deje más que cansancio si no, pregúntale a mi “coma” Lucía Méndez ¿o qué opinas?